Un dardo

lo que todos necesitan al vivir en un sistema así

Hace tiempo no escribía nada, me siento como Marlene, la vecina del ático. Creo que una vez más la vida, continúa, pero no en el ático, sino en las terrazas, esperen no, tan solo continúa en el primer piso.
La vida, el amor, la vida, el amor. No tengo idea de la vida, ni del amor, creo sentirme ajena a mi misma después de sentir tanto amor, el mismo que hoy está en el viento. Hoy me siento como un pájaro que no sabe volar, que se cayó de su nido, o que voló y se tropezó desde un décimo piso. Como parte de eterno resplandor, pero esta vez con una mente llena de recuerdos, continúo con mi vida. Pero, quien soy y que es lo que siento, no tengo la mayor idea.